föstudagur, desember 28, 2012

El peso de tu Luz.

El peso de tu Ligereza, Señor, lo tengo sobre mí. Es el más grande y maravilloso que hay.

indeed

fimmtudagur, desember 27, 2012

En casa de Abuelita

-1 Agosto

Veo la mesa del teléfono desde la "sala" de casa de abuelita. Las cuatro patas son delgadas y despintadas. Y a simple vista te da la sensación de que no aguanta nada. Era de mi mamá. Parte de los muebles que ella compró con el esfuerzo de su trabajo humilde. El esfuerzo de mantener la valentía al querer forjar un camino en la ciudad grande y pesada; la que exige, no mucho, sino todo de tí. Fuera de la tranquilidad del pueblo como un estanque callado que no fluye.

En fin, la mesa que era de las pocas y humildes pertenencias de mi mamá fue donada a mi abuelita cuando se regresó a vivir a su casa en el 2010, después de cinco años de haber deambulado de casa en casa tras la muerte de abuelito. Abuelita, recuerdo bien, era una señora imponente y mandona, quien quería estar segura que todos supieran que era la dueña y señora. La niña rubia de ojos claros consentida de familia de bien, de los pocos de clase media/alta del pueblo.
Y, en otros tiempos, su casa grande y llena de muebles ostentosos y de buen gusto reflejaban lo que era ella.

Ahora, en la casa casi vacía, literalmente québrandose (por el desnivel del terreno), está la mesa. Los papeles se invirtieron. Mi mamá es la señora (no mandona y aún muy humilde y callada) de su propia casa y mi abuelita es la que tiene muy poco, y de lo poco, mucho donado. Sigue egocéntrica y a veces se le sale un poco lo mandona, pero depende (como dijo mi papá hace unas horas) del bienestar de sus hijos. Su existencia se redujo a unos cuantos muebles -y tiempo- caridad de los demás. No ha sido fácil pero lo ha ido asimilando y aceptando con el tiempo. No sé, dice muchas cosas pero no sé lo que piensa. Al menos su actitud demuestra lo que supongo.

Escribo todo esto por que debo recordar siempre que polvo soy y polvo me convertiré. Probablemente lograré cosas grandes, es mi destino. Pero que a pesar de eso, cuando sea vieja voy a depender de la caridad de los demás por más que no lo quiera y trate de trabajar para mantenerme lejos de fastidiar a los demás. Fin.


indeed

En Hora Santa

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Mi alma y mi cuerpo se rinden ante tí, Señor.

Toda soberbia y orgullo, cualquier mancha o pesar se rinden ante Tí. Por que cuando llego a tu encuentro, toda tu luz llena cada rincón de mi ser.
El agobio y cansancio se desvanecen en el agua de tu amor. Se lava, refresca y despierta mi pensar, querer. Las palabras no son vastas, se inmutan y transforman en un humilde y sencillo suspiro que deseo suba como ofrenda de oración, como humo de incienso hasta Tí.

Que se arrodille mi alma y mi vida completas ante Tí. Y si pudiera me haría al nivel del polvo mismo en reverencia hacia Tí. Permíteme entonces tomarte como mi prisionero.
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Mi corazón se conmueve como tormenta cuando lo expongo a Tí.
Hazme merecedora de alabarte con las más bellas poesías que te cante al son de las aves y flores, al vaivén de los árboles al viento. Que mis alabanzas se postren ante Tí junto a la sencillez y silencio de la creación.

-26 Dic.

indeed

En velación al Santísimo

2-Diciembre

Sólo en tí sucede lo que ya aconteció.
Sólo en tí sucede lo que habrá de suceder y ha pasado el futuro en un mismo instante.
Toda la gloria, tristeza, alegría y esperanza están en un mismo momento y en todo.
Benditos sean, entonces, tus momentos.
Benditas sea toda la existencia.
Bendito sea tu Nombre y todo lo que sucede bajo tu nombre.


indeed

þriðjudagur, apríl 24, 2012

Este post era del 2005. Lo publique en Matate de un Techo (otro blog).
es como encontrar una moneda de 5 pesos en un pantalon que no he usado en mucho tiempo.

Apenas cerré la puerta al despedirme de ti y unos segundos después sonó el timbre. Abrí y allí estabas. Dijiste que regresaste por que tuviste un pleito con tu hermano así que nos fuimos a un barecillo de mala muerte con una fachada de madera podrida e interiores en azulejos blancos al estilo carnicería (que rayos?). Estuvimos allí un rato...
Como es usual, empezaste de fastidioso con tu caralarga así que, enojada, salí de allí tomando el primer camión que me llevara a casa. Parecía un dirigible.
Dentro había un matrimonio aburrido y estirado con un niño vestido con pantaloncillos y corbatita. Éste empezó a quejarse de que el niño de a lado le pegó en la cabeza (con lagrimas de cocodrilo como si en verdad le doliera) y sus padres empezaron a regañar al otro pequeñín, cuyo cabello era una maraña y sus mejillas tenían manchas de dulce. Yo (como ya tenía mi mecha prendida) les reclamé a aquellos idiotas.

-Que les pasa? Los niños así juegan. No lo hizo con mala saña ni tampoco tan fuerte como para que su niñita se ponga de chillón- les dije. Los estirados me regalaron miradas de pocos amigos.

Pedí la parada al chofer (ya debía bajarme) y al parecer tampoco le agradé mucho ya que en vez de frenar aceleró y se detuvo bastantitas cuadras mas delante.
Bajé y miré a todos lados. No tenía la más mínima idea de donde diablos estaba. Parpadeé y de pronto aquí estoy, parada en la avenida hacia mi casa. Supongo que fue todo un sueño… o solo la parte de los estirados? No sé si estoy de ida o de regreso… acudí a mi cita? O apenas voy?
Corrí hacia donde habían unos niños jugando (para preguntarles la hora) pero enseguida se metieron a su casa asustados. Una viejita enojada se asomó por un hoyo en la puerta de madera

- que quieres ahora!?- me preguntó
- no entiendo… que quiere decir?- …. (¿?)
- ya estuviste aquí hace un año! Solo dando lata!
-de que habla? Yo nunca he estado aquí!
- no lo recordarás por que estabas muy ebria para hacerlo. Hace trecientosesentaycinco dias exactamente estabas tirada durmiendo junto a los excrementos del perro. Tuve que levantarte y bañarte a manguerazos.
- (aquí es cuando lloro) Pero si yo nunca me he puesto ebria!!!
- jajaja… si claro…- se alejó diciendo.


No entiendo… Fui o no a mi cita? Me embriague? Me quedé o me vine? Que año es este?? Necesitaba hablar contigo. No se si te dejé plantado o nos emborrachamos los dos... no se cuando fue eso… o si todavía no es. De tanto lagrimal y nerviosismo no podía respirar bien.
Al mirar a todos lados noté un grupo de hippies que estaban empacando (o desem…) en una pickup y me acerqué a pedirles una tarjeta de teléfono. Uno de ellos, especialmente apuesto sacó su “cartera” tejida con hilos multicolor. Me prestó un pedazo de bolsa de plástico para pan y me dijo que si la metía junto con una fotografía funcionaría como tarjeta (sin costo). Le dije que no entendía y que me acompañara (hasta en un mal momento podía hacerme la coqueta). El tipo era muy guapo y atento, y al parecer yo le gustaba. Aún así no podía dejar de pensar en ti (me gusta más el frío).
Llegamos a un teléfono público e hice tal como me explicó el hippie apuesto (con una fotografía tuya que me acababas de regalar). Dio tono y estuve a punto de marcar tu número cuando de repente contestaste. Colgué pensando que fue un error.

-Está bien! No tienes que marcar, el telefono lo hace solo!- me respondió el hippie.
(Váya! adivina mis necesidades! Que conveniente). Volví a descolgar y dio tono. Contestas.
-bueno…- dijiste con esa voz apática que le ofreces a los desconocidos.
-soy yo! Disculpa! Quería ir contigo, en serio.
-ah sí. En un rato estaré listo. Nos veremos allá.
-Oye! Dime porfavor, que año es este! En que año estamos!?
- …- te quedaste callado y esperé. Sigo esperando y no he colgado el teléfono.
-que año es!? En que año estamos!? Que año es!?..

-quien quiere llevar a pasear al perro? Levántense! Vamos al parque a pasear al perro! – dijo mi papá.


Mira… era un sueño.




indeed