þriðjudagur, ágúst 24, 2004

C´est finie...

Por fin lo terminas.

Y después de tanto llorar, reír. Después de tanto mantenerte en suspenso, noches de desvelo, tropezones por no ver el camino por donde vas mientras lees… el gran final te deja perpleja con unas últimas páginas que roban el aliento y que nuevamente te hacen llorar.

Después… nada como comerte una paleta de hielo sabor mango mientras escuchas “La Campanella”. De esta forma, puedo disfrutar mi regreso de aquel sueño o viaje o vida que viví al leer todas esas páginas.

mánudagur, ágúst 23, 2004

dicen las malas lenguas...

que luis alvarado es un buen profesor.

hablare sobre muchas cosas. hoy. en este momento. oh! Dios! spicy wasabi me acaba de dar un ferrero rocher!!! escribiré mientras lo disfruto.

el viernes en la noche:

diana: Carlos
carlos: eh?
diana: a ti te gusta la gûayaba?
Carlos: No. La odio. Me recuerda a ti.
karina: jajajajajaja!!!!!!


la otra vez me metí al refri.

saludos a franco. aprendete la tarantella! anda!!

orlando: que te parecen tus lindas clases con luis alvarado? a mi me dijo que eres su alumno predilecto y solo por que te quiere te va a dar unos cursos particulares sobre la etica y la moral.

buenas noches.


sunnudagur, ágúst 22, 2004

status quo

Anoche yo vivía en el polo norte. Iba yo a dar una conferencia sobre aviones a unos pingüinos, así que hice un avión de hielo del tamaño de un carro. Pero al moldear una de las alas del avión, me subí a esta y me fui volando con mi compañero pingüino sujeto a mis espaldas.

Llegamos un rato después a Hawai. Aterricé en una choza que yo había construido la ultima vez que me quedé atrapada en Hawai y mi amigo pingüino ya no era mi amigo pingüino, sino mi hermana lilo (si, de lilo & stitch). Entonces entré a una de las habitaciones, mientras lilo se dormía en un cajón del armario. Pero… Oh, horror de horrores! Tenia que limpiar el baño por que olvide hacerlo en mi último sueño. Así que me puse mallas, tutù y zapatillas de ballet… y entré al baño. Pero ya no era baño!...

Era un departamento muy a la hindú (con muchos cojines, alfombras, cítaras, velas y diosas de piel negra y 6 brazos! Así que, como no sabía donde estaba, me dirigí hacia el balcón y me di cuenta que estaba en Varsovia en la Segunda Guerra. Así que después de que mis compañeras de la liga de la justicia y yo interrogamos al muchacho que había sido testigo, yo tuve que pasar con él por un pasillo que tenía un huecote enorme en la pared y daba una vista hacia un edificio en ruinas. Cuando íbamos pasando, me percate que había un francotirador apuntando hacia nosotros en el techo del edificio en ruinas, así que lo primero que hice fue jalar hacia mí al pobre testigo y caímos de espaldas. Cuando le pregunté si estaba bien me di cuenta que no respondía ya que le habían disparado en la cabeza y estaba saliendo mucha sangre. Así que lo dejé en el suelo. Que mas podía hacer?

Seguí adelante, corriendo muy rápidamente, tratando de esquivar las balas del enemigo. Cuando llegué al final del pasillo me di cuenta que mi habitación estaba cerrada con una gran madera que había sido clavada anteriormente, así que tuve que destruirla a patadas. Oh oh!… la habitación estaba muy oscura y yo no podría entrar sola…. Que hacer? Bueno, me regresé y les pedí a mis compañeras que entraran conmigo… por si había algún enemigo a quien habría que golpear.
Fuimos. Corrimos del francotirador y llegamos al final del pasillo. Entramos a la habitación. Oh Dios! En ese momento todo pasó tan rápido que quedé muy contrariada. Entre primero al cuarto, se prendieron las luces y la puerta metálica se cerro detrás de mi. Me quede sola… mis compañeras del otro lado de la puerta.

En frente de mi estaba él… era el Padrino!!! Nunca pensé que el fuera el malo de la historia! Siempre se portó como un verdadero amigo!! Fue tal mi conmoción y asombro que no me di cuenta cuando me arremetió el primer golpe. Salí volando hacia la pared.
Pero no lo pensé dos veces. Me puse en posición de guardia y le di una patada hacia las costillas. Oh Dios! El era demasiado gordo! No le dolía! Lo golpee con todas mis fuerzas, en la cara, el estomago… no le dolía! Se burlaba de mí! Y fue allí cuando me di cuenta… era un androide! Le quité la máscara y quedó al descubierto su cráneo metálico lleno de circuitos. Le arranqué el microchip y explotó. Lo logré!!! Salí de la habitación y aparecí en el baño… diantre! Lo había olvidado de nuevo! Tengo que limpiar el baño. Así que tomé un trapo y empecé a limpiar las paredes, el espejo, el lavabo… pero… mi vista se estaba nublando! No podía ver bien! Me tallé los ojos y traté de abrirlos más…

Me desperté.