sunnudagur, maí 12, 2019

Indeed

San Miguel arcángel se arrodilla parado sometiendo a un demonio mientras mira en adoración a Jesús niño.

En su sencillez, fragilidad, y pequeñez, Jesús es la palabra viva que se extiende doblegando reyes y naciones con su amor y sacrificio. Es el que Es. El principio y el fin.

Su amor, su amor, principalmente es El amor que se da y derrocha en toda su Gloria y poder. De ahí a que me encante la cita: "yo no soy digno de que entres en mi casa pero una palabra tuya bastará para sanarme."

Y yo infinitamente pequeña e infinitamente amada.

El poquísimo entendimiento que tengo de Él no cabe en mí y se desborda en lágrimas.

Ñoñita linda.

indeed