miðvikudagur, september 01, 2004

la segunda de la trilogía...

Continuación…

Pues caminamos con paso un tanto amodorrado hacia la avenida, para después (posiblemente) tomar un taxi, el cual nos llevaría hasta mi casa.
Mientras tanto, íbamos soportando la marcha con canciones un poco muy y exageradamente mal entonadas de los Beatles con un acompañamiento de batería, guitarra y bajo patrocinados por Paco.

Al llegar a la avenida nos dimos cuenta que la velada no estaba nada mal y nos divertíamos considerablemente al ir vagando a patín por las calles de la ciudad. So… después de ninguna discusión y/o planteamiento de ideas u opiniones, acordamos que podríamos caminar hasta mi casa sin tomar taxi alguno, así que proseguimos la marcha. Y la banda-orquesta de 3 personas prosiguió, junto con nosotros, sus alegres y melodiosos cantos.

Caminábamos nosotros sin parar, sin poder contener nuestro asombro a cuanto veíamos, escuchábamos, sentíamos y experimentábamos alrededor y dentro de nosotros. Un grato paseo por la avenida a las 2 de la mañana… platicando, cantando, sintiendo. Era un cosquilleo en nuestra cabeza y conciencia que no nos dejaba de asombrar.
Era tal nuestra alegría que no nos dimos cuenta cuándo fue que empezamos a despegar nuestros pies del pavimento, flotando en un aire rosado lleno de puñados de azúcar que brillaban y nos hacían reír. Una fuerte salpicada de una sustancia desconocida nos hizo volver los pies al suelo y volteando para todos lados, tratamos de explicarnos lo sucedido…

Algún mal nacido y despiadado ser nos trató de privar de nuestra dicha haciéndonos perecer en un batido de huevo que convenientemente se estrelló en la pierna de paco. Y digo “trató” por que en verdad, dicho acontecimiento era algo muy extraño y nuevo para nosotros, así que al parecer no nos perjudicó en lo más mínimo. Y con todavía nuestras sonrisas en la cara seguimos nuestro camino: weeeeeeeeeeeeeeeeee`re UP to see the wizard! The wizard, the wizard of Oz!

A los 10 minutos (o talvez 2) supimos que esa situación (olor a huevo y pegoste en brazos y piernas) no era muy agradable y lejos de divertirnos, nos asfixiaba. Insoportable. Qué puede uno hacer en estos casos? Niente. De todas formas, la suerte y la linda noche nos sonrieron en aquellos momentos. Pasamos junto a una franquicia de pollo y comida del mar de “Ojos Saltones” y decidimos pedirle al velador, quien estaba descansando en la banqueta, que nos dejara entrar a los baños del lugar a lavarnos las manos.

-Mire… pásele allí a un lado (señalando a la izquierda) allí hay una llave.
-Ah! Muchas gracias!

Pronto nuestra necesidad por lavarnos manos, brazos, antebrazos, codos se convirtió en una necesidad de mojarnos todo el cuerpo… desafortunadamente solo nos mojamos brazos y piernas (me quité los tenis para tan elaborada operación). Fue divertido.

C: vamos a mojarnos todos!!
P: nooo. Como crees?
K: ándale, sii! Clau, agarra a Paco!
C: ándale, Paco! Y si nos ve la granadera a lo mejor y nos agarra!
K: siiii! Y les pedimos ride a mi casa!!
P: …… por que nos habría de agarrar la granadera?
C: … no seee…. Por que estamos mojados y sospechosos, no?

Pronto, unos jóvenes que estaban dentro del local abrieron la ventanilla del autoservicio y nos preguntaron que hacíamos allí. Así que Paco les explicó de nuestro infortunio con el huevo y les pregunte “Olemos mucho, verdad?” y el chavo, asintiendo con la cabeza, dijo “Siiii” y nos cerró la ventanilla con una cara de asco y desprecio. Nosotros reímos y seguimos nuestro camino…

Weeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee`re UP to see the wizard!!!...................

Continuará…

2 ummæli:

Luis sagði...

¿Sigue enojada conmigo? ¿Me disculparia si le regalo algo que contenga chocolate?

Roboboro sagði...

eleraledanamondi cree que ya se le bajó un poco el enojo. pero dice que no estaria mal un chocolate o algo que lo contenga.