föstudagur, janúar 01, 2010

The Breathless Breath


Los marineros descansan: tantas noches de tempestad! las Olas erguían sus pechos y arremetían imponentes y sin piedad, como verdades que abruptamente golpeaban a sus conocimientos. El Viento iba y venia y se abalanzaba con el único propósito de declarar la guerra con un statement de "It is My Way, or The Highway". Las a veces gloriosas, a veces violentas Nubes les lanzaban grandes flechas de agua que, al azar, se enterraban aquí y allá para atemorizarlos. Todos juntos en un muy elaborado y metódico baile que se conectaba armoniosamente con el de los marineros que gritaban, resbalaban, sujetaban, movían, amarraban, demostrando sus improvisaciones, como quien no se sabe los diálogos de la obra y aun así le sigue el ritmo.

El capitán a veces tenia un miedo enorme que no quería demostrar pero que cualquier momento lo hacia querer saltar por la borda y dejar su espíritu flotar y zarandear por la fuerza del enemigo. Aun así se mantuvo tras el timón sujetándolo con sus manos con una fuerza que casi haría romper sus propios huesos, dando órdenes con el mismo estruendo de los rugidos de los truenos.

Y así, todos juntos, cada vez se hacían mas fuertes y sabios. Hasta que hubo un momento que las pequeñas y miserables almas a bordo del barco y sus ánimos fueron más fuertes que la fuerza de la tormenta y ésta misma se sometió, alejándose con calma y orgullo en una honorable reverencia.

Así es como se abrieron las cortinas de la noche, haciendo a la tripulación completa merecedores del juego de las estrellas y la luna misma que agradecida les sonrió con su brillo intenso.

El viento se volvió hacia ellos como una madre que con sus caricias trata de curar los moretones y heridas del hijo, y los marineros, satisfechos, se sentaron/recargaron, levantando la cara con ojos cerrados para sentir con regocijo el aroma de silencio en la noche. Y respiraron profundo.


indeed

Engin ummæli: