mánudagur, apríl 19, 2004

show off venus
Es una presumida. Es una seductora. Vanidosa y atractiva. Es la que te despierta en la mañana o te arrulla al dormir (según sea la estación). Pero allí está, la más especial y empalagosa de todos.

Fría y húmeda noche de Abril. En lo más recóndito de las praderas de Galeana deslumbrada estoy por la extravagancia del cielo nocturno. Es un juego caprichoso en el que se posan todos aquellos soles enanos o gigantes, en parejas o solitarios, jóvenes experimentando o viejos en extinción, planetas o galaxias, nebulosas o asteroides. Todos ellos cual puñado de azúcar desparramado en terciopelo azul. Pero en medio de todo aquel ser viviente que se pasea por el espacio está ella, la galante pero egoísta Venus. En cuanto levanto la mirada para engullirme de belleza, enseguida acapara toda atención y evita que me enamore de otros espectáculos. La M42 de Orión, o su cinturón (o 3 reyes magos o 3 marías, como se le quiera llamar), Pléyades, Sirius, Prosión, Castor, Pollux, Regulus, Arcturus. Ninguno compite contra ella. Trato de evitarla y enseguida siento la soledad en mis ojos así que no me queda de otra mas que seguir consumiéndome con su elegante y macabro brillo.

Puedo voltear la mirada en otra dirección. Si giro unos tantos grados hacia la derecha (si no me equivoco, como unos 90°) puedo ver a la “Ursa Major” (o abajo la Minor) o la señora Polaris, como sea. Pero es imposible ya que el brillo de Venus, que llego a captar de reojo, me tienta a que no admire a nadie más que a ella. Evil, evil.

Y allí me quedaré, como en intervalos de 5 minutos, la admiro y volteo a mi pierna para rascarla, la observaré de nuevo y 5 minutos después buscaré un lugar para sentarme. Again I´ll watch her, pero me duele el cuello así que busco como recostarme. Seguiré admirándola (quizá de cuando en cuando fije mi atención en otro objeto celeste) hasta que se esconde. Aburrida de mi y mis deseos por admirarla, se pierde entre la figura de los árboles en el horizonte. No hay cuidado, hay más planetas, estrellas, galaxias y nebulosas por admirar pero después de varios intentos de entretenerme con cualquiera de estas, la extraño. La busco en vano. Aquella chamaca pretenciosa ya no estará sino hasta el día siguiente y mis esperanzas se despiertan. Me conformaré con terminar de observar a los demás compañeros extraterrestres hasta quedar dormida. Esperando que la siguiente noche llegue más temprano de lo usual.

me acuerdo de venus as a boy. de björk

Engin ummæli: