La relación más grande de amor, La que se me otorga como regalo sin que yo me esmere por mantenerla.
El amor perfecto y pleno suyo, que aunque yo egoista, tonta y obstinadamente nade a las afueras de Sus costas, mi poco pensamiento y suspiro con nostalgia dedicado a Su presencia, ya es Su presencia en sí. Ya es Él amorosamente tomándome para protegerme, para que no me pierda, para que no pierda la vista, para que no pierda el aliento, para que no me hunda en el abismo. Para que no me olvide de su amor que por naturaleza sería la Escencia que me de movimiento.
Si me olvido de Él, mi cuerpo y mente se mueven como un mecanismo falso, autómata, brusco y torpe.
Cuando estaba cerca suyo y me aferraba, mi alma se movía más libre, ligero y rápido que lo que vuela un ave.
Mi corazón era un corderito pastando en calma, bajo el amparo del Pastor.
El amor perfecto y pleno suyo, que aunque yo egoista, tonta y obstinadamente nade a las afueras de Sus costas, mi poco pensamiento y suspiro con nostalgia dedicado a Su presencia, ya es Su presencia en sí. Ya es Él amorosamente tomándome para protegerme, para que no me pierda, para que no pierda la vista, para que no pierda el aliento, para que no me hunda en el abismo. Para que no me olvide de su amor que por naturaleza sería la Escencia que me de movimiento.
Si me olvido de Él, mi cuerpo y mente se mueven como un mecanismo falso, autómata, brusco y torpe.
Cuando estaba cerca suyo y me aferraba, mi alma se movía más libre, ligero y rápido que lo que vuela un ave.
Mi corazón era un corderito pastando en calma, bajo el amparo del Pastor.
Era así:
"Esta divina prisión,
del amor en que yo vivo,
"Esta divina prisión,
del amor en que yo vivo,
ha hecho a Dios mi cautivo,
y libre mi corazón."
-Vivo sin vivir en mí. - Sta. Teresa de Jesús